2.000 Millones de personas carecen de suministro eléctrico en el mundo

UNOS 2.000 MILLONES DE PERSONAS CARECEN DE SUMINISTRO ELÉCTRICO EN TODO EL MUNDO

Madrid, febrero.- El Patronato Energía Sin Fronteras lanza ante la Real Academia de Ingenieros (RAI), un SOS fotovoltaico para países en desarrollo, proponiendo ayudas para poder electrificar aquellas zonas rurales aisladas, y a través de los proyectos de cooperación española. Según el doctor ingeniero del ICAI José María Arraiza, presidente de este Patronato y que ha desarrollado su actividad profesional durante 40 años en UNION FENOSA opina que el llamamiento energético no afectaría al bolsillo del consumidor español.

Este Patronato trabaja para tratar de llevar energía eléctrica y agua potable a las comunidades mas desfavorecidas del planeta, por ello ha lanzado este SOS energético ante la RAI pretendiendo que los consumidores españoles ayuden a la instalación de paneles fotovoltaicos en los países en vías de desarrollo, donde son 2.000 millones de personas las que carecen de suministro eléctrico.

El doctor Arraiza ha hecho esta propuesta durante un debate sobre el potencial de las energías renovables en nuestro país, organizado por la RAI y moderado por el académico José Ignacio Pérez Arriaga, con la presencia de cuatro grandes empresas del sector (Gamesa, Iberdrola, BP España, Abengoa) y del ministerio de Industria.

La propuesta concreta de Energía sin Fronteras es que una parte de los fondos recaudados para el incentivo de la energía fotovoltaica en España se extienda a los proyectos de electrificación rural en zonas aisladas realizados en el ámbito de la cooperación española en países en desarrollo. Arraiza insiste en que “existe un amplio margen para ello”. En España hay instalados cinco millones de paneles fotovoltaicos (400 Mw fotovoltaicos, 1.250 horas de energía solar o lo que es lo mismo 600 millones de Kw/hora al año). Las primas destinadas a la instalación de paneles fotovoltaicos suponen que cada usuario de electricidad paga 44 céntimos de euro por Kw/hora, es decir, que los consumidores españoles estamos aportando actualmente 220 millones de euros al año para pagar energía fotovoltaica necesaria por motivos medioambientales y para garantizar la seguridad del abastecimiento.

“El modelo español de incentivo para el desarrollo de la energía fotovoltaica es eficaz, habiendo conseguido en poco tiempo resultados satisfactorios”, dice Arraiza. Y añade, “El efecto sobre el desarrollo de la industria fotovoltaica ha sido muy favorable, pero el coste evitado al sistema eléctrico español representa escasamente un 25 por 100 del valor de los incentivos aplicados”. Además, la energía fotovoltaica alcanza su máxima eficiencia allá donde no es viable suministrar energía mediante la extensión de las redes. “Parece prudente reflexionar sobre la posibilidad de que el esfuerzo económico que representan los incentivos establecidos se dirija a aquellas zonas rurales aisladas en países en desarrollo en las que la energía fotovoltaica es más útil”.

El coste de la energía producida a base de paneles fotovoltaicos, es considerado muy elevado. Para instalar un kilovatio fotovoltaico es necesaria una inversión de 6.000 euros, cifra muy superior al coste que se necesita para poder instalar un kilowatio de cualquier otra tecnología. Por ejemplo un kilovatio eólico cuesta 1.00 euros. La diferencia por tanto, es por el momento más que considerable. Siguiendo con los ejemplos, un kWh. Fotovoltaico sale por 42 cts/Kwh., frente al eólico cuyo coste solo se sitúa en 7 céntimos

Esto trae como consecuencia que las primas establecidas para promover el desarrollo de la energía fotovoltaica sean, necesariamente muy elevadas. La cuantía global destinada actualmente a este fin es de 250 millones de euros, cantidad que satisfacen los consumidores a través de la tarifa eléctrica. Se afirma, por tanto, que el coste evitado por la instalación de paneles fotovoltaicos es muy reducido.

Estas consideraciones nos hacen pensar en la necesidad de buscar formas de desarrollo de la energía fotovoltaica que resulten más eficientes y utilizar los paneles fotovoltaicos allá donde su utilización alcance la máxima eficiencia. Tal es el caso de la electrificación de aquellas zonas rurales aisladas en los países en fase de desarrollo y a donde no llegan las redes de distribución de energía. Con los paneles fotovoltaicos se podría atender el suministro de energía y de este modo poder llegar para cubrir los servicios básicos de salud, educación, suministro de agua potable y desarrollo de procesos productivos, lo que redundaría de manera muy eficiente para cubrir las deficiencias de la carencia de redes eléctricas, ya que por tratarse de lugares a los que sería muy costoso acceder con la energía tradicional se atenderían las necesidades básicas de una población carente de un suministro eléctrico, y ello les permitiría solucionar sus graves problemas carenciales. La conclusión final nos parece muy sencilla: la forma más económica y limpia sea la utilización de paneles fotovoltaicos

Para poder llevar a la práctica este llamamiento Energía Sin Fronteras tratará de promover una alianza entre centros de investigación, empresas y gobiernos que ayude a desarrollar un programa de electrificaciones de comunidades aisladas en países en desarrollo, implicando a aquellos gobiernos de los respectivos países.

Energía Sin Fronteras (http://www.energiasinfronteras.org/) lo forman profesionales del sector energético, tanto a título particular como en representación de sus respectivas empresas.