Madrid, abril 2007.- El ministerio de Medio Ambiente y la Junta de Andalucía han firmado un acuerdo para la construcción del embalse de Alcolea (Huelva). WWF/Adena rápidamente ha hecho llegar al Ministerio su oposición al proyecto considerando que, junto a los otras iniciativas similares de embalses en Andalucía, pone en duda la política de Medio Ambiente hacía una “nueva cultura del agua”, al tiempo que, la queja de esta organización denuncia los efectos ambientales negativos de la mencionada construcción, para que sea la Comisión Europea quien paralice lo que se considera un despropósito.
España, con un total de 1.300 presas, es ya el país con más embalses por habitante del mundo. WWF/Adena reiteradamente ha venido criticando que, en vez de controlar los usos del agua y conservación de los ríos, los fondos públicos se destinen principalmente a obras hidráulicas Aunque para muchos políticos locales, provinciales, andaluces y estatales consideren que este nuevo embalse sea un éxito, Para el organismo denunciante representa un rotundo fracaso en la gestión del agua.
Según datos publicados recientemente por varios profesores de la Universidad de Huelva, el embalse que se piensa construir almacenará al año 23 toneladas de arsénico, 12 de plomo, 7 de cadmio y 34 de níquel, procedentes todos de la cuenca minera del río Odiel; este río es uno de los mas contaminados también por cinc y cobre del mundo, recuerdan los ecologistas. Además, se acumularán los sedimentos erosivos de la cuenca minera del río con lo que se rellenará en pocos años por tierras y fangos tóxicos. La calidad de esta agua no es apta para usos agrícolas y, debido a su alto contenido en manganeso, tampoco sirve para el riego por goteo, ya que taponaría este sistema de riego.
También hay que destacar que, el embalse destruirá muy probablemente, el paraje natural las marismas del Odiel. Ya WWF/Adena remitió en su momento, una queja a la Comisión Europea sobre la evaluación ambiental deficiente del proyecto, quien continúa estudiando los efectos negativos del mismo y cuya decisión podría impedir que se llevara a cabo la construcción del embalse.
“Es inaceptable que el Ministerio de Medio Ambiente financie obras hidráulicas inútiles que destruyen nuestros ríos”, lamenta Guido Schmidt, responsable del programa de Aguas de WWF/Adena. Para añadir: “La construcción de este embalse y los nuevos regadíos ponen en evidencia la debilidad de la Junta de Andalucía a la hora de defender sus compromisos de desarrollo sostenible frente a la presión de varios alcaldes y determinados agricultores, muchos de ellos con pozos ilegales”. La citada organización se teme ahora que haya una especulación masiva sobre el uso de agua en Huelva.
Las administraciones aun no han aclarado como van a asumir el pago de los costes de las obras de la presa los 1.300 agricultores que componen la Comisión Promotoras de la Comunidad de Regantes de Alcolea, tal y como exige la Directiva Marco del Agua
También se afirma que la presa permitirá llevar agua superficial al acuífero 27 de Doñana, disminuyendo así la presión que sufre por parte del sector fresero. Sin embargo, se olvida la calidad del agua no apta para usos agrícolas y no se hace mención de que la gran mayoría de los cultivos de fresón que se beneficiarían del agua del futuro embalse la extraen de manera ilegal, ya que en la zona existen más de 1.000 pozos ilegales, termina la nota de WWF/Adena.
