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13 marzo, 2008

La carrera por el último atún rojo


Después de más de 3.000 años de explotación, el atún rojo del Atlántico oriental y Mediterráneo está al borde de la extinción.

Madrid, marzo, 2008.- El nuevo informe de WWF/Adena, “La carrera por el último atún rojo” (Race for the last bluefin, en su versión inglesa), revela que los mayores problemas de sobrecapacidad en el Mediterráneo lo presentan las flotas de Turquía, Italia, Croacia, Francia y España.

Según Raúl García, responsable de pesquerías de WWF/Adena: “este informe descubre lo absurdo del actual sistema, absolutamente fuera de control. Cientos de buques, con la tecnología más moderna, han emprendido una carrera loca para capturar el último atún rojo”. Y añade: “el fracaso de la gestión pesquera internacional ha permitido crear un monstruo que está acabando con una de las pesquerías más importantes del mundo. Los políticos deben actuar ya para evitar el final de esta especie y del sustento de miles de pescadores”. “Los pescadores se ven forzados a pescar ilegalmente para sobrevivir, minando su propio futuro. Es una pesquería insostenible desde un punto de vista económico, social y ambiental.”

Según este informe sobre la flota de atún rojo del Mediterráneo revela que la capacidad de pesca es, al menos, el doble de las cuotas disponibles y casi cuatro veces superior a las capturas máximas recomendadas por los científicos para evitar el colapso. Para limitar las capturas habría que retirar del mar una tercera parte de los buques de cerco existentes. Se da la circunstancia de ser señalada España, junto a Croacia, Libia e Italia países que no declaran parte del atún que pescan, siendo los italianos los que presentan una peor situación.

Para respetar el límite de capturas de atún rojo impuesto por la Comisión Internacional para la Conservación del Atún del Atlántico para 2008, se deberían retirar nada menos que 229 buques de cerco, lo que representa casi un tercio de los 617 existentes. La recomendación optima de los científicos sería la de eliminar 283 atuneros; de esta cifra 58 serían europeos.

Italia presenta una peor situación, por lo que debería reducir su flota en 30 embarcaciones, para poder seguir las recomendaciones científicas. Según el mismo informe, se evidencia las importantes capturas ilegales de este país, declarando año tras año menor pesca desde 1997, dándose la paradoja del crecimiento creciente y considerable, tanto en tamaño como en potencia en los últimos diez años.

Croacia, España y Libia también son señaladas en el informe por no declarar parte de sus capturas. Pese a tan crítica situación de la pesquería, se continúa construyendo buques de cerca. Actualmente unos 25.

Este tipo de flota debería pescar un mínimo de 42.000 toneladas para cubrir costes, 13.000 toneladas por encima de las capturas legales. De ahí que WWF/Adena pida a todos los países implicados en esta situación que reduzcan con urgencia la capacidad en sus flotas el presente año, cuya campaña comenzará a finales de abril. Finalmente, seguirán promoviendo un cierre total de la pesquería y alentando a distribuidores, restaurantes y consumidores responsables a que no compren atún rojo del Mediterráneo.

Solamente en 10 años de desarrollo descontrolado de la industria pesquera al cerco y engorde de atún en el Mediterráneo han bastado para poner a esta especie en peligro de agotamiento pese a las numerosas denuncias de pescadores artesanales, científicos, comerciantes de pescado, cadenas de distribución, y numerosas organizaciones ambientalistas y miles de ciudadanos.

2 comentarios:

Ernesto Schutz dijo...

Cada vez extinguimos mas animales, algun dia llegara nuestra hora.

Perico dijo...

Desafortunadamente ya ha pasado un tiempo desde que escribiste este post, pero pocas o más bien pocas cosas han cambiado.

El político se encuentra con el siguiente dilema: si tengo que deshacerme de X barcos de mi flota ¿Qué hago con esa y gente cómo les explico para que entiendan la situación? ¿Tomo medidas ya antes de llegar al desastre? ¿Espero más tiempo a ver si le paso la patata caliente a otro? ¿O espero a que ya no haya más para pescar y me evito el tener que enfrentarme a los pescadores "sin motivo aparente"?

No estoy lavándole la cara al político pero sí intentando ver lo que piensa. Si corta ahora, lo más sensato, sólo habrá que pensar cómo recolocar los puestos de trabajo "destruidos". Si actúa después, tendremos gente sin trabajo y encima los océanos vacíos.

Por cierto, libro recomendado: The End of the Line.

Otro problema es el consumidor y su desinformación. Y aún informando, algunos te dicen que la cosa no será para tanto cuando es más que habitual encontrar latas de atún a montones en el supermercado... ¡Qué tomen los políticos las medidas! (eso, que piensen otros por ti...).

En fin, que de no poner remedio al asunto, la cosa tiene tintes de repetir el desastre que se produjo con el bacalao en los bancos del norte (y si no que se lo pregunten a los canadienses, que a falta de bacalao buenas son focas para matar a estacazos).

Con razón, el hombre es el único animal que tropieza en la misma piedra dos veces.