Hasta el momento, unas 200 personas se estima que se han contagiado en el mundo con el virus de la gripe aviar. Sin embargo, siempre ha sido por el contacto directo con aves infectadas, lo que indica que la transmisión entre humanos del N5N1 no es tan sencilla como se preveía.
Una de las dificultades que puede encontrar el virus para diseminarse entre humanos se detalla en un análisis que publica la prestigiosa revista cientifica "Nature" y del que se hacia eco D.M. el pasado día 23. Los investigadores apuntaban que una característica anatómica de las células del tracto respiratorio humano complica que el virus pueda saltar de persona a persona. “Se trata de un requisito que el H5N1 tendría que solventar por medio de mutaciones para que la infección adquiriera proporciones de pandemia”, indicaba el virólogo y coordinador de la investigación Yoshihiro Kawaoka, de la Universidad de Wiscosin-Madison (Estados Unidos).
Dificultad para transmitirse entre humanos
Trabajando con muestras de tejido humano, se encontró que sólo las células más profundas del tracto respiratorio poseen un receptor de superficie necesario para que el virus de la gripe aviar penetre en la célula. “El hallazgo ofrece una explicación lógica al por qué los virus H5N1 no suelen transmitirse entre humanos, pero sí replicarse en los pulmones”.
Según Kawaoka, los receptores necesarios para que virus como el de la gripe aviar penetren en la célula no están presentes en la parte más alta del tracto respiratorio y, para que un virus pueda transmitirse de manera eficiente, tendría que multiplicarse en esta zona alta, para así poder difundirse a través de la tos y el estornudo.
El científico sostiene que las cepas existentes del virus aviar tienen aun que sufrir cambios genéticos para convertirse en el tipo de patógeno que tanto teme la comunidad biomédica hoy en día.
Con estos datos, científicos y autoridades sanitarias ven aumentar su margen de tiempo para poder preparar una respuesta ante una potencial pandemia de gripe aviar.
Otros investigadores aseguran que gatos y hurones constituyen modelos adecuados para estudiar la infección por N5N1 en humanos.